El guión de Los ojos cerrados de América Latina

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Texto de presentación del guión de Los ojos cerrados en el libro GUIONES CINEMATOGRAFICOS DE MIGUEL MIRRA, de Editorial Nuestra América, a presentarse durante la próxima Feria del Libro.

El guión de Los ojos cerrados de América Latina se fue construyendo, pero no a medida que lo registrábamos; después de tantos años, ya habíamos dejado de lado ese vicio de principiantes. Se fue construyendo a medida que nos fuimos involucrando con el tema. Ya habíamos realizado Que viva Gualeguaychú, donde descubrimos que allí donde los noticieros veían un corte de ruta, en realidad había…una asamblea ciudadana. Es decir, una forma inédita de sociabilidad, esbozada en años anteriores, durante la crisis. Y donde los ambientalistas veían contaminación, en realidad había también destrucción de fuerzas productivas y saqueo de recursos naturales.
Luego, ampliando nuestra mirada el resto del país, realizamos Las venas vacías. Ahí fue cuando re-descubrimos el libro de Galeano Las venas abiertas de América Latina, donde ya estaba escrito lo que cuarenta años después terminaría por concretarse en una realidad trágica para nuestros pueblos, es decir, el saqueo. Pero también descubrimos a Jorge Rulli y a Pablo Bergel. Uno y otro, desde distintas vertientes, nos condujeron a vislumbrar las causas profundas de este nuevo proceso ligado a la globalización y en el que al saqueo se le pegó, como su otra cara indisoluble, la contaminación. Y nos ayudaron a comprender el rol de los estados nacionales como engranajes necesarios para concretar los planes de saqueo de los recursos naturales. También escuchamos a Ana Esther Ceceña y Fernando Buen Abad, ambos mexicanos, que nos sacaron de los estrechos límites de la cuestión nacional para mostrarnos la realidad de Latinoamérica como un conjunto indivisible frente a los planes de las trasnacionales para toda la región.
Y comenzamos a avanzar por ese camino, sin olvidarnos del aporte que ya Pablo Bergel ya nos había hecho en Que viva Gualeguaychú sobre el sentido profundo de los movimientos sociales en los procesos de resistencia frente a los embates del neoliberalismo y la globalización colonial.
Por otra parte, el Movimiento de Documentalistas, con la organización del Festival Tres Continentes, nos había dado la posibilidad de ver en imágenes las realidades comunes con otros países de América Latina, que ya habíamos empezado a captar desde lo conceptual.
Así que el rompecabezas se fue armando. Vimos que todo estaba encadenado: el pasado con el presente, el saqueo y la contaminación, el estado colonial y las asambleas ciudadanas, la agresión y la resistencia. Sólo faltaba ordenarlo narrativamente en un hilo que llevara de la mano de los textos de Galeano, del pasado al presente; de la mano de Rulli, del saqueo a la contaminación; de la mano de Bergel, de la impotencia y complicidad de los estados a la resistencia social; de la mano de los compañeros latinoamericanos, de lo nacional a lo continental.
Pero había que mostrar, no sólo a los especialistas, sino fundamentalmente a los pueblos y sus movimientos sociales movilizándose y luchando en acto, no sólo en palabras. Y había que hacerlo lo largo de diez países. Entonces pedimos ayuda. Basados en que frente a realidades comunes siempre aparecen respuestas comunes y a agresiones comunes, solidaridades comunes, contactamos a otros realizadores latinoamericanos a través de la red del Movimiento de Documentalistas para que nos enviaran material audiovisual que reflejaran las luchas de sus pueblos. Y, por supuesto, recibimos esa ayuda. Así pudimos contar con testimonios, asambleas y movilizaciones de los pobladores de Choropampa en Perú, Río Negro en Guatemala, San Salvador Atenco, en México, etc, etc…
El guión ya estaba escrito, sólo faltaba ponerlo en caracteres negros impresos sobre una hoja en blanco para que nos sirviera de guía en nuestro trabajo de realización. No olvidamos que guión es una guía grande.